lunes, 23 de noviembre de 2015

SOLILOQUIOS POLÍTICOS DE UN JUBILADO Y PARA JUBILADOS.-

He leído en la revista trimestral de la UDP (Unión Democrática de Pensionistas) que recibo de forma continuada desde mi etapa de Vocal de los Consejos Estatal y Regional, allá por los años 2001-2012, una crónica de la invitación realizada por el actual Presidente del Gobierno para exponer ante el Consejo Estatal de Mayores un documento-informe titulado Marco de Actuación de las Personas Mayores. En el mismo se describe las propuestas a llevar a cabo acerca del envejecimiento activo y la solidaridad entre generaciones, así como a promover la participación ciudadana activa de los Mayores, y de las entidades, y asociaciones de personas mayores. Hasta ahí la síntesis de la crónica en la citada revista Y aqui comenzaron mis soliloquios a los que soy tan dado.

Ese informe ha partido de todos los estudios realizados a lo largo de muchos años por parte de los Vocales, y de las Comisiones especializadas creadas para este asunto dentro del propio Cosejo Estatal de Personas Mayores y que se enviaron al actual gobierno y al anterior. Los estudios estaban fundamentados por los todos los decretos y directivas emanados tanto de la UE como de la ONU y sus respectivas instituciones y sobre todo por las conclusiones del último Congreso Nacional de Personas Mayores celebrado en Madrid. En este coloquio conmigo mismo, creo, con alegría, que por fin se va a cumplir lo que alli se expone sobre la politica de mayores y para mayores que nosotros estudiamos y enviamos. Pero, ¿se cumplirá? Esta vez y primera vez mi soliloquio es pesimista.

Y continuo, alargando mi soliloquio, diciéndome que, ahora, los partidos políticos se acercarán a nosotros y a nuestras asociaciones para recabar lo que pensamos nosotros y para decirnos que nos van a tener en cuenta en sus programas electorales, sobre todo en el orden de nuestra participación política y de nuestras necesidades más perentorias. Pienso que nos llamarán antes de que sus programas salgan a la luz y creo que tendrán en cuenta este informe, que no es del gobierno en su materialidad, sino de lo que nosotros, los mayores, hemos estudiado y realizado durante años en las reuniones y congresos de mayores que hemos tenido. ¿Me equivocaré en esta creencia mía, igual que en la primera?

Y continúo: pienso y creo que a partir de ahora, de esta reunión en la Moncloa, y de estas vísperas electorales, tanto el gobierno, que aún existe, como el que salga de las urnas, harán que el Consejo Estatal de Personas Mayores, sea miembro partícipe con voz y voto en las reuniones del Pacto de Toledo dado la importancia política que vamos adquiriendo, y la que ¿nos siguen dando? en la actualidad. Cosa lógica esta creencia mía sobre lo que siempre nos han negado. dada "la buena fe" de la reunión que hubo en la Moncloa y por la ¿"afirmativa decisión"? que en sus programas van a tomar todos los partidos que se presentan a estas próximas elecciones. Quiero creerme que se cumplirá esta parte de mi soliloquio para dormir más tranquilo por esa actitud del gobierno y de los partidos políticos. Quiero y deso creerlo.

Sigo optimista y continúo dando más "cuerda" a este soliloquio inacabable y pienso que ha llegado el momento de que en el futuro Congreso de Diputados que salga de las elecciones habrá una reforma del reglamento de la Cámara para introducir en su funcionamiento, con carácter permanente, una Comisión de trabajo que se llamará Comisión de Política Social para Pensionistas y Jubilados, fuertemente demandado por nosotros desde hace muchos años. Nos lo merecemos, no solo porque somos un colectivo de más de ocho millones de personas, sino porque tenemos mucha experiencia a través de nuestra vida personal y laboral y sabemos mucho de felicidades y sufrimientos humanos y económicos, y sobre todo, porque últimamente, en esta crisis que aún padecemos sin saber hasta cuando, hemos aportado con nuestras pensiones a que nuestros hijos y nietos, tengan, al menos, una comida y un cobijo diario. Y además porque somos los mejores protagonistas y responsables de la conciliación laboral y familiar en esa tarea ingente que llevamos a cabo con nuestros hijos y nietos como guardianes permanentes de los mismos en la tarea de "conducirlos" a sus escuelas y guarderías o estando con ellos en sus casas cuando están enfermos para que sus padres sigan tranquilos en sus trabajos, aunque, a decir verdad, somos conscientes de que "sacrificamos" nuestra independencia y libertad a favor de nuestros hijos pero sin dejar de denunciar la irreponsabilidad de un gobierno y de sus instituciones por su silencio en la solución en este grave problema de conciliación familiar y laboral. Esto último sigue siendo nuestra preocupación. ¿Podremos entrar en el Congreso por esta vía para explicar y decidir nuestra grave problemática social y económica. Quiero creer que sí, pero ya veremos. ¡Vaya esta parte del soliloquio que he hecho!

Y sigo hablando conmigo mismo: Aunque el actual gobierno se ha escapado aprobando con innecesaria urgencia y sospechosa celeridad los presupuestos del 2016, en vísperas electorales, pienso que el gobierno entrante los modificará y haga intocable el Fondo de Reserva de las Pensiones con lo que aún queda y, de momento, todo lo referido al incremento de las pensiones, se realice vía presupuestos en los capitulos referido a políticas sociales. cortándolo de otras partidas menos necesarias, que existen y son muchas, es mi opinión. Repito, al menos de momento, Después habrá que seguir estudiando otros modelos dentro de la comisión nacional de los Pactos de Toledo, en la que estaremos también los Mayores porque sigo creyendo esta última afirmación. ¡Qué ilusionado estoy!

Última parte de este alargado soliloquio... por ahora: Esto mas que un soliloquio es una nostalgia con frustración. Me explico: hace ya bastantes años, un presidente de nuestro gobierno, presentó un proyecto de ley que luego se transformó en ley orgánica, es decir ley de "derechos de los ciudadanos", constituyendo el cuarto pilar de la sociedad del bienestar, hoy ya inexistente, ley a la que popularmente se denominó LEY DE DEPENDENCIA. En esta Ley se anunciaba que serviría para crear 600.000 puestos de trabajo a través del empleo de cuidadores para los dos millones de dependientes que existen y aún siguen existiendo en nuestra sociedad. Aquello fracasó aunque esa Ley que implica derechos humanos para dependientes, sigue lánguidamente existiendo. Pero después de la reunión de la Moncloa y de las promesas electorales que estamos escuchando yo creo que esa Ley se revitalizará por las buenas "¿intenciones"? que todos están poniendo en estos últimos tiempos. ¡¡Quiero creerme esta última parte de mi soliloquio!! ¿tendrá esto que ver con la promesa del millón de puestos trabajo prometidos para la próxima legislatura. Ah, hasta mi próximo soliloquio. Éste que hoy he descrito me ha sido ilusionante, pero....¿tendré que tocar tierra, una vez más? Juan José Sierra Romero. Jubilado. Militante de eXtremeños.

POLITICAS INTERGENERACIONALES/VERSUS LAS DESIGUALDADES SOCIALES

Repasando en estos días los diversos escritos de Opinión del diario HOY encuentro un artículo escrito por Santiago Cambero el 7 de julio titulado “Pacto generacional”. Suscribo todo su contenido, ya que su autor, aparte de ser amigo mío, es un  experto reconocido en temática social y muy en especial, en lo referente a personas mayores. Su escrito rezuma conocimiento y experiencia en política social referido a este colectivo de personas con los que ha trabajado durante años en nuestra región. El autor apremiaba a políticas de “encuentros” entre las generaciones con el objetivo de que todas las edades “se encuentren” en una misma tarea: lograr el bienestar social tan recortado en la actualidad, es decir, jóvenes y mayores deberán encontrarse con compromisos de servicios sociales y políticos por una sociedad que está viviendo, por múltiples y antisociales causas, tremendas desigualdades que nos afectan a todos.
En esta tarea, se necesita exigir a los gobernantes políticas de “encuentros intergeneracionales”. Estas políticas están ya dictadas desde antes del principio del siglo XXI por todas las Instituciones supranacionales (ONU, UNESCO, UE, Múltiples Congresos Europeos y Nacionales tanto de Personas Mayores como de Jóvenes) que lo han hecho hasta de modo “machacón”. Por eso tenemos que decir que las ideas, proyectos y programas sobre estas políticas están magníficamente hechas por estas Instituciones y solo hay que proceder a iniciar su cumplimiento por parte de los gobiernos.
Todo lo que he escrito, en bastantes ocasiones, procede de experiencias vividas, no solo como funcionario del IMSERSO, transferido después a la Consejería de Política Social, sino también como político comprometido con mi partido en las instituciones públicas  y, finalmente como jubilado participando como vocal elegido  para los Consejos Estatal y Regional de Personas Mayores a lo largo de los últimos  diez años. Toda esa experiencia es la base que tengo para escribir sobre políticas de mayores y para mayores
Ahora, después del 24 de mayo último, con el nuevo y renacido gobierno extremeño, me atrevo a plantear, sobre políticas intergeneracionales, algunas ideas basadas en esa experiencia  personal, social y política acerca de esta temática con el objetivo de que, tanto los colectivos ciudadanos como los gobernantes encaremos estas políticas de “integración de las edades” partiendo del reconocimiento total de que la actual crisis social y económica y la forma de cómo se ha querido y aún se quiere solucionar, ha creado en nuestro país la mayor de las desigualdades de todo tipo con el brutal aumento de la pobreza y de personas pobres que antes no lo eran, con la paradoja social de que esas soluciones ha hecho aumentar de modo espectacular el número de personas ricas.
Las  ideas que se me ocurren son sencillas pero muy importantes porque se basan en aquello que hoy día constituye el “alma mater” de toda política como es la participación ciudadana en todos los programas y proyectos de un gobierno:
- revitalización y consolidación de los decaídos Consejos de Mayores y de Jóvenes. Esto llevaría consigo una auténtica democratización de los mismos, tanto a la hora de elegir a sus miembros como en su autonomía de trabajo sin ingerencia política de las instituciones, principalmente las que abordan, en concreto, políticas sociales, que deberán en tener en cuenta, en sus decisiones políticas, que las mismas tengan como objetivo “metodológico”, lo intergeneracional, es decir, las van a recibir, colectivos de todas las edades que pueden reaccionar de una u otra forma, por lo que, esas actividades o programas, cuando se proyecten o estén en los borradores, al igual que pasan, por mandato legal, por las comisiones parlamentarias, puedan pasar también para su reflexión, antes que nadie, por los Consejos Intergeneracionales que se creen, que emitirán sus criterios, aunque no sean ejecutivos. Esto se acerca, y mucho, a participación ciudadana real. Y ahora una observación y una sugerencia:
- Una observación: reconociendo que el envejecimiento actual se ha hecho más lejano, por las razones que todos sabemos de mejor salud física y psicológica de nuestros mayores (una media de edad de 82-84 años) se debe “aprovechar” por parte de los políticos, de las experiencias y ganas de tener responsabilidad y participación política por parte de ellos al igual que el resto de las “edades”. Existen algunos alcaldes extremeños que de esto que escribo saben bastante porque lo han experimentado y siguen haciéndolo. Bien por ellos porque saben hacer política participativa de mayores, aunque, aún no son muchos.
 El actual gobierno extremeño tendrá que comenzar por “revitalizar” en democracia las instituciones y estructuras en las que se mueven las personas Mayores, como sus Centros de  Día, los Consejos Locales de Mayores (la mayoría son inexistentes en los ayuntamientos), el Consejo Regional de Mayores, etc. sin “tutelas” ‘político-paternalista, a fin de que sean ellos mismos, los que gestionen y dirijan sus programas de actividades, con la consiguiente tutela presupuestaria y que quién presida  no sea un político o un consejero sino uno de los Mayores, aunque puedan asistir con voz pero sin voto. La mayor revitalización que deberá realizar el actual gobierno será la potenciación de los Consejos de Jóvenes, quizás más necesitados que los de los Mayores. Estos Consejos Intergeneracionales deberán recibir, antes que el propio parlamento, los proyectos de leyes o decretos, tal y como lo he escrito anteriormente, es decir, sus alegaciones no tendrán valor ejecutivo para el gobierno
 Continuando con lo anterior se podía proponer la creación, dentro de la Comisión de Sanidad y Política Social, de una Subcomisión No Permanente de políticas Intergeneracionales, que ‘podría reunirse dos veces al año, con la finalidad de que las diversidades generacionales se “encuentren” con los políticos y se hable de cumplimientos o incumplimientos, de necesidades y compromisos a adquirir, etc.
 La sugerencia: el actual gobierno extremeño podría ir proyectando, sin prisa, pero sin pausa, una nueva estructura desde los actuales Centro de Mayores, al menos en las mayores poblaciones de la región. Es decir comenzar por un proyecto de transformación de esos Centros en Centros Intergeneracionales, para todas las edades. Y he dicho sin prisa por la cuestión crítica de las inversiones bajo la amenaza del cumplimiento del déficit del ministro de Hacienda que ha hecho que el presidente de la Junta hable en la prensa (HOY, día 11 de julio pasado) de posibles recortes para las inversiones, aunque conociendo al Presidente y a algunos de sus Consejeros espero no los haga para las políticas y programas sociales.
Creo firmemente, que llevar a cabo políticas intergeneracionales es lo mejor que un gobernante puede realizar para luchar contra la exclusión social que muchos ciudadanos están sufriendo por las políticas económicas impuestas que ha dado y sigue dando el aumento brutal de las desigualdades hasta abismos que nadie ha sospechado, excepto para los que las han promovido o sustentado.
Las políticas intergeneracionales pueden ser un buen vehículo en la lucha contra las desigualdades sociales.
Juan José Sierra Romero. Jubilado. Militante de Prex-Crex (eXtremeños).
 

sábado, 7 de marzo de 2015

SOLILOQUIOS PREELECTORALES DE UN eXtremeño

Leyendo las encuestas y las “intenciones” de votos publicado en el diario regional HOY, comencé con un nuevo soliloquio de los muchos que hago, es decir, tratando de ver con este instrumento mío, tan personal, la “res política” como yo desearía.
Y empieza mi soliloquio desde mi posición de regionalista y de “eXtremeño” En esas encuestas y sondeos observo  que siguen teniendo perspectivas electorales, que no triunfadoras, aquellos que forman parte de lo que hemos calificado los ciudadanos como el bipartidismo nefasto. Y si es así,  me pregunto: ¿es que los ciudadanos “sondeados” han descubierto en esos partido signos tangibles de rectificación política para volver atrás de la gran “faena”  que le han hecho a nuestro pueblo quitándole su bienestar en la sanidad, en la educación, en el empleo, en el copago, en las pensiones y fomentando, más que nunca las desigualdades sociales con más pobres y más ricos, éstos a costa de los primeros? Mi soliloquio no tiene más remedio que “chirríar”, porque quisiera creérmelo…., ¡pero no me lo creo¡ porque, pese a esos sondeos, la realidad social  sigue siendo la misma.   Son culpables de cómo están dejando al país y a nuestra región porque, fuera ya de mi soliloquio, nos han mentido durante décadas, han sido incumplidores de sus programas demagógicos sin tener en cuenta que en el caso de EXTREMADURA, nos han dejado a la cola de todas la Comunidades en todo lo que constituye una política de progreso interterritorial
Vuelvo al sondeo y a mi  soliloquio. Veo a unos nuevos partidos, también centralistas como los del bipartidismo que han “recogido” el clamor del pueblo ante tantas reformas que casi han logrado olvidarnos de que existió una sociedad del bienestar y nos prometen soluciones con ideas y ¿programas?. Pero ¡Oh sorpresa!: están bien situados en el sondeo del periódico y aún no han sido votados. Posiblemente este ciudadano que responde a ese sondeo es un ciudadano en paro, o con congelación salarial, o es un despedido, o un pensionista con una pensión que sirve a su hijo o nieto en paro….  Y esto lo dicen sus dirigentes desde Madrid, como los del bipartidismo. Y quisiera creerles pero mi soliloquio me ciñe a la realidad que hemos vivido y padecido en Extremadura: los partidos nacionales que nos han gobernado no han conseguido nunca sacarnos de ese último lugar que ocupamos de progreso en todos los órdenes  en relación al resto de las Comunidades del Estado Español. Un amigo me dice que somos la cenicienta pero sin príncipe venido de fuera, quiero decir de Madrid. La solución tiene que venir de nosotros mismos, de los eXtremeños que aquí hemos vivido, de los eXtremeños que emigraron. De los eXtremeños que sienten y creen que nuestra tierra debe ser gobernada desde Extremadura y por eXtremeños. Y en mi soliloquio me parece que tampoco lo van a conseguir, porque sus ideas y propuestas  han partido del desconocimiento “concreto” de la vida y de la historia  del hombre y del pueblo eXtremeño, vida e historia que no ha sido otra que una vida y una historia de  exclusión social, política y económica  y que sus afanes políticos pueden ser, una vez más, meramente electoralistas. Y, una vez más, grito en mi soliloquio ¡¡hasta cuándo vamos a aguantar los eXtremeños!!
Pero, al mismo tiempo, en mi soliloquio entra un grito de esperanza. Somos ya muchos los eXtremeños que nos vamos  uniendo a la idea de gobierno eXtremeño para los eXtremeños. Son aquellos que durante pasadas legislaturas se presentaron en sus pueblos como Extremeños independientes hartos de tanto sucursalismo partidista vacío de progreso local y regional. Existe un cooperativismo socio-económico que huye también de sucursalismos exteriores y existe una Universidad que desea investigar por y para el progreso industrial, sanitario y social de los eXtremeños y no para otras regiones y países fuera de nuestra geografía eXtremeña. Y, finalmente, hay eXtremeños que creen, y lo viven, en la existencia de una “cultura extremeña”. Entonces, ¿qué más queremos? Afirmo que ha llegado el momento de unirnos todos en una tarea política exclusivamente  a favor de Extremadura y de los eXtremeños, tarea que, algunos, hace ya mucho tiempo hemos comenzado.
Ah, mi soliloquio ha terminado, pero mi esperanza no ha concluido sino que continúa….

Juan José Sierra Romero. Militante de eXtremeños.-