He
leído en la revista trimestral de la UDP (Unión Democrática de
Pensionistas) que recibo de forma continuada desde mi etapa de Vocal
de los Consejos Estatal y Regional, allá por los años 2001-2012,
una crónica de la invitación realizada por el actual Presidente del
Gobierno para exponer ante el Consejo Estatal de Mayores un
documento-informe titulado Marco de Actuación de las Personas
Mayores. En el mismo se describe las propuestas a llevar a cabo
acerca del envejecimiento activo y la solidaridad entre generaciones,
así como a promover la participación ciudadana activa de los
Mayores, y de las entidades, y asociaciones de personas mayores.
Hasta ahí la síntesis de la crónica en la citada revista Y aqui
comenzaron mis soliloquios a los que soy tan dado.
Ese informe
ha partido de todos los estudios realizados a lo largo de muchos años
por parte de los Vocales, y de las Comisiones especializadas creadas
para este asunto dentro del propio Cosejo Estatal de Personas Mayores
y que se enviaron al actual gobierno y al anterior. Los estudios
estaban fundamentados por los todos los decretos y directivas
emanados tanto de la UE como de la ONU y sus respectivas
instituciones y sobre todo por las conclusiones del último Congreso
Nacional de Personas Mayores celebrado en Madrid. En este coloquio
conmigo mismo, creo, con alegría, que por fin se va a cumplir lo que
alli se expone sobre la politica de mayores y para mayores que
nosotros estudiamos y enviamos. Pero, ¿se cumplirá? Esta vez y
primera vez mi soliloquio es pesimista.
Y continuo,
alargando mi soliloquio, diciéndome que, ahora, los partidos
políticos se acercarán a nosotros y a nuestras asociaciones para
recabar lo que pensamos nosotros y para decirnos que nos van a tener
en cuenta en sus programas electorales, sobre todo en el orden de
nuestra participación política y de nuestras necesidades más
perentorias. Pienso que nos llamarán antes de que sus programas
salgan a la luz y creo que tendrán en cuenta este informe, que no es
del gobierno en su materialidad, sino de lo que nosotros, los
mayores, hemos estudiado y realizado durante años en las reuniones y
congresos de mayores que hemos tenido. ¿Me equivocaré en esta
creencia mía, igual que en la primera?
Y continúo:
pienso y creo que a partir de ahora, de esta reunión en la Moncloa,
y de estas vísperas electorales, tanto el gobierno, que aún existe,
como el que salga de las urnas, harán que el Consejo Estatal de
Personas Mayores, sea miembro partícipe con voz y voto en las
reuniones del Pacto de Toledo dado la importancia política que vamos
adquiriendo, y la que ¿nos siguen dando? en la actualidad. Cosa
lógica esta creencia mía sobre lo que siempre nos han negado. dada
"la buena fe" de la reunión que hubo en la Moncloa y por
la ¿"afirmativa decisión"? que en sus programas van a
tomar todos los partidos que se presentan a estas próximas
elecciones. Quiero creerme que se cumplirá esta parte de mi
soliloquio para dormir más tranquilo por esa actitud del gobierno y
de los partidos políticos. Quiero y deso creerlo.
Sigo
optimista y continúo dando más "cuerda" a este soliloquio
inacabable y pienso que ha llegado el momento de que en el futuro
Congreso de Diputados que salga de las elecciones habrá una reforma
del reglamento de la Cámara para introducir en su funcionamiento,
con carácter permanente, una Comisión de trabajo que se llamará
Comisión de Política Social para Pensionistas y Jubilados,
fuertemente demandado por nosotros desde hace muchos años. Nos lo
merecemos, no solo porque somos un colectivo de más de ocho millones
de personas, sino porque tenemos mucha experiencia a través de
nuestra vida personal y laboral y sabemos mucho de felicidades y
sufrimientos humanos y económicos, y sobre todo, porque últimamente,
en esta crisis que aún padecemos sin saber hasta cuando, hemos
aportado con nuestras pensiones a que nuestros hijos y nietos,
tengan, al menos, una comida y un cobijo diario. Y además porque
somos los mejores protagonistas y responsables de la conciliación
laboral y familiar en esa tarea ingente que llevamos a cabo con
nuestros hijos y nietos como guardianes permanentes de los mismos en
la tarea de "conducirlos" a sus escuelas y guarderías o
estando con ellos en sus casas cuando están enfermos para que sus
padres sigan tranquilos en sus trabajos, aunque, a decir verdad,
somos conscientes de que "sacrificamos" nuestra
independencia y libertad a favor de nuestros hijos pero sin dejar de
denunciar la irreponsabilidad de un gobierno y de sus instituciones
por su silencio en la solución en este grave problema de
conciliación familiar y laboral. Esto último sigue siendo nuestra
preocupación. ¿Podremos entrar en el Congreso por esta vía para
explicar y decidir nuestra grave problemática social y económica.
Quiero creer que sí, pero ya veremos. ¡Vaya esta parte del
soliloquio que he hecho!
Y sigo
hablando conmigo mismo: Aunque el actual gobierno se ha escapado
aprobando con innecesaria urgencia y sospechosa celeridad los
presupuestos del 2016, en vísperas electorales, pienso que el
gobierno entrante los modificará y haga intocable el Fondo de
Reserva de las Pensiones con lo que aún queda y, de momento, todo
lo referido al incremento de las pensiones, se realice vía
presupuestos en los capitulos referido a políticas sociales.
cortándolo de otras partidas menos necesarias, que existen y son
muchas, es mi opinión. Repito, al menos de momento, Después habrá
que seguir estudiando otros modelos dentro de la comisión nacional
de los Pactos de Toledo, en la que estaremos también los Mayores
porque sigo creyendo esta última afirmación. ¡Qué ilusionado
estoy!
Última
parte de este alargado soliloquio... por ahora: Esto mas que un
soliloquio es una nostalgia con frustración. Me explico: hace ya
bastantes años, un presidente de nuestro gobierno, presentó un
proyecto de ley que luego se transformó en ley orgánica, es decir
ley de "derechos de los ciudadanos", constituyendo el
cuarto pilar de la sociedad del bienestar, hoy ya inexistente, ley a
la que popularmente se denominó LEY DE DEPENDENCIA. En esta Ley se
anunciaba que serviría para crear 600.000 puestos de trabajo a
través del empleo de cuidadores para los dos millones de
dependientes que existen y aún siguen existiendo en nuestra
sociedad. Aquello fracasó aunque esa Ley que implica derechos
humanos para dependientes, sigue lánguidamente existiendo. Pero
después de la reunión de la Moncloa y de las promesas electorales
que estamos escuchando yo creo que esa Ley se revitalizará por las
buenas "¿intenciones"? que todos están poniendo en estos
últimos tiempos. ¡¡Quiero creerme esta última parte de mi
soliloquio!! ¿tendrá esto que ver con la promesa del millón de
puestos trabajo prometidos para la próxima legislatura. Ah, hasta mi
próximo soliloquio. Éste que hoy he descrito me ha sido
ilusionante, pero....¿tendré que tocar tierra, una vez más? Juan
José Sierra Romero. Jubilado. Militante de eXtremeños.