sábado, 1 de junio de 2013

LEY DE ADMINISTRACIÓN LOCAL

Toda la reforma de la Ley de Adm. Local es un verdadero retroceso en todo lo que se había conseguido de progreso democrático y autonomía referido a las competencias de los cabildos y a la financiación suficiente de los mismos. Ambos aspectos están siendo atacados en este borrador. Los Aytos. van a mantener sus competencias más comunes y las que podíamos llamar las “más corrientes”, pero en función del número de habitantes, siendo los de mayor número de ellos los que tendrían más competencias. El borrador tiende a la casi desaparición de las entidades menores y diríamos más: los ayuntamientos de menos de 1000 habitantes no solo son los de menos competencias y financiación y prácticamente dependen de las diputaciones para todo. Los alcaldes de estos últimos no cobrarán nada por su labor de alcalde y ofrecerán gratuitamente sus servicios al pueblo y aún menos sus concejales. A partir de los 20.000 habitantes los alcaldes trabajarán con liberación económica, aún más superior - ¡qué contraste!- que lo que cobra hoy en los mismos.

 La dependencia de estos Aytos. de las Diputaciones es casi  total que “entregará” las competencias como si fueran delegaciones de la misma incluyendo la financiación, nombrando delegados que como inspectores vigilarán el cumplimiento de los presupuestos  y de llevar a buen puerto  las distintas competencias pactados con la Diputación. Además, esta especie de políticas delegadas entre la Diputación y los Aytos. tienen hasta una duración en el tiempo de cinco años y con su renovación según los casos. ¡Inaudito!

CEx es contraria no solo a la potenciación de las Diputaciones sino a su paulatina desaparición en unos años para que los Aytos. tengan como única conexión la del gobierno autonómico con aquellas competencias más localistas y cercanas a los ciudadanos y con una financiación presupuestaria vÍa autonomía-estado central..

Conclusión: el proyecto de esta Ley es una bomba de retroceso brutal. Retrocede en muchos enteros en lo que es la participación política individual y en equipo de los ciudadanos sesgándolas en beneficio de la Diputación; se les niega y, en especial a los Aytos. más pequeños la autonomía competencial y económica. Habrá que poner el acento en las enmiendas a presentar a ese borrador porque ya el mismo creemos que es inconstitucional en muchos de sus artículos. y sobre todo si no se enmienda sustancialmente podemos definirla como antidemocrática.

Para más “inri” antidemocrático impide el establecimiento de las Mancomunidades como punto de apoyo de los Aytos. de la Comarca que sería lo más natural para aquellos Aytos. que necesiten de otros convenir muchos aspectos de la política local, a efectos  de la subsidariedad y las experiencias de unos y otros. No olvidemos  tampoco que nuestra región tiene muchísimos Aytos. minoritarios en habitantes que son, como siempre ocurre con el actual gobierno, los que más pierden, igual que los pobres y los parados.

No podemos olvidar como Partido Regionalista que toda nuestra ponencia ideológica y estratégica aprobada en nuestros tres Congresos celebrados en estos últimos años quiere ir más lejos aún: nosotros queremos para la región una única entidad política unirregional llamada EXTREMADURA, sin las dos provincias que hoy coexisten. Sería lo mejor para los extremeños en lo político, en lo social, en lo económico y sobre todo porque nos uniría a todos los extremeños en los intereses más valiosos para la región y todos unidos lucharíamos mejor porque nos conoceríamos mejor, porque no habría diferencias entre nosotros.

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